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A la tercera… Todos vencidos/antonioregalado

 

 

 

BAHIA DE ITACA/ANTONIO REGALADO

 

Emiliano García Page tiene la oportunidad única de liderar la abstención del PSOE centrista y constitucional que necesitan España, los militantes y los votantes socialistas.

 

Separatismo versus constitucionalismo

 

LA DECAPITACION política de Pedro Sánchez tras el bochornoso Comité Federal de primeros de octubre ha despejado el camino para cerrar la profunda herida abierta por el anterior secretario general. Pedro “no, no” soñó que podría llegar a La Moncloa a cualquier precio y ha dejado al PSOE envuelto en llamas.

El presidente de la gestora, Javier Fernández, ha dado muestras de sensatez en estos pocos días de mandato pero la rebelión interna no sólo la tiene en Cataluña, Baleares o Galicia sino en el seno del propio grupo parlamentario. La abstención técnica para que gobierne en minoría Mariano Rajoy es una condición indispensable para que los socialistas tengan tiempo de reorganizarse. Y de sobrevivir. Don Mariano tendrá que trabajarse la a gobernabilidad del día a día. Pero necesita la investidura previamente.

Habría que empezar la regeneración por Iceta y Parlon (tanto monta, monta tanto en el PSC), nombrando una gestora del PSOE en el Principado que defienda la unidad de España frente al socialismo colaboracionista que está sangrando el voto socialista en aquella Comunidad Autónoma desde hace 20 años. Porque la asimetría de Ferraz es patética desde el 79; mientras los catalanes mantienen dos puestos en el Ejecutivo socialista con voz y voto, el PSC no admite ningún delegado nacional. Han entregado los votos “españolistas” al tripartito y al separatismo posterior. Nadie ha traicionado más al PSOE que el PSC de Maragall, Montilla, Chacón y el inclito Iceta.
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Fernández necesita tiempo –mucho tiempo, al menos hasta la primavera- para evitar un Congreso con primarias mientras se desvanece el fantasma de los escasos irreductibles de Pedro Sánchez. Su sombra no es demasiado alargada desde la quinta fila del hemiciclo.

El anterior secretario general intentó sorprender al Comité Federal pero cayó en su propia trampa: ni apoyo a Rajoy ni negociación con Podemos y los separatistas. No, no y no. Un joven político prescindible. Ahora, solo queda ejercer la oposición con 84 escaños. Mejor enfrentarse a los 137 diputados del PP que a un Mariano cercano a los 150. Y en mayoría absoluta con Ciudadanos. Aunque el mayor peligro del PSOE es Podemos, no el Partido Popular.

Pacto por la unidad

Albert Rivera ha demostrado que su flexibilidad no se refleja en las encuestas todavía pero su proyecto nacional es la única garantía para evitar la ruptura. Ciudadanos fue capaz de en abril con Sánchez 200 puntos para intentar un gobierno ante la “espantá” cobarde de Rajoy y consensuó 150 de ellos con los populares para posibilitar la gobernabilidad en agosto. Fracasó en ambos casos pero dejó constancia de que el cambio tranquilo y el interés general están por encima de las poltronas

Sería deseable que PP, PSOE y Ciudadanos acordaran al menos medio centenar de estas propuestas para desbloquear la angustiosa situación de interinidad. España sigue en funciones 310 días con sus 310 noches después del 20D.

Sugiero las cinco primeras: Presupuestos, límite de gasto para cumplir con la UE, educación, y Pensiones. He citado cuatro: el primer pleno tras la investidura debería ser un debate en profundidad sobre el desafío catalán. Este gobierno (ni en funciones ni con ellas) no es capaz ni tiene coraje para dar respuesta adecuada al separatismo y las nuevas competencias al Tribunal Constitucional no han podido impedir la convocatoria de un Referendum ilegal por el Parlament en septiembre de 2017. Y no pasa nada.

Puigdemond, Forcadell, Colau, Junqueras y los podemitas mareantes de Pablo Iglesias han lanzado un órdago al Estado –el derecho a decidir, digo, a delinquir-, que debe resolverse con toda la fuerza de la ley, incluidas la inhabilitación y la aplicación del artículo 155 de la Carta Magna.

El CIS ya ha constatado que el cabreo de la ciudadanía y el desprestigio de los políticos aumentan cada atardecer. La opinión más baja sobre los partidos desde hace 35 años. El peligro de abstención en una tercera cita podría alcanzar el 50 por 100. La democracia quedaría, pues, deslegitimada. Es el delito de perder el tiempo. De ahí que los populares tampoco se atrevan a ir a las urnas en la antesala de la Navidad.

 

Salvar el bipartidismo

 

El empecinamiento de Sánchez y sus acólitos contra la corrupción del PP parece ser que ya no es un obstáculo para la abstención; Gürtel sigue en cartel, Bárcenas resiste y el PSOE andaluz espera los procesos de los EREs y los cursos de formación. Chaves y Griñán, expresidentes socialias (y de Andalucía) se sentarán en el banquillo. Desgraciadamente, los Pujol siguen con su pasaporte y los comisionistas del 3 % de Convergencia se han transmutado en demócratas nacionalistas para que nos olvidemos del pasado.

La corrupción es trasversal, aseguran. En las últimas horas hemos tenido conocimiento del power point del PP para esquivar al Tribunal de Cuentas desde mediados de los 90. Pero nadie es responsable. La financiación ilegal es idéntica a la del PSOE felipista de Filesa, Malesa y Time Sport, cuyos informes pagados en millones de pesetas, nunca aparecieron en bancos ni empresas multinacionales. PP y PSOE se han beneficiado sobremanera de los excesos electorales. Ahora se avienen para conservar un bipartidismo que ha muerto. Es una estrategia de apoyo mutuo para pasar el invierno.

 

Diálogo constitucionalista

 

Podemos y Ciudadanos han llegado para quedarse. Por tanto, el dialogo es la clave de la gobernabilidad. El dilema no es PP y PSOE sino separatismo frente a constitucionalismo. Esta es la cuestión principal. Los seguidores de Arrimadas y Girauta están perdiendo su esencia centrista y la defensa de los valores constitucionales que tanto rédito le dieron en Cataluña. El mensaje no se entiende entre el electorado de centro y decente. La desaparición de las Diputaciones sigue siendo un disparate.

Podemos y sus mareas mantienen el Congreso como un plató de televisión y la calle como un teatro de operaciones. Iglesias es el nuevo comandante en jefe de la manada y un gran peligro para la democracia. Hay que decirlo alto y claro para que luego los contribuyentes no digan que no lo sabían. Su acercamiento a separatistas catalibanes y filoetarras (Bildu) confirma que su ideología es simple: acabar con el sistema.

Su poder territorial y municipal se debe en buena medida a los errores de Pedro Sánchez. Madrid es el mejor ejemplo de ese despropósito. Por ello, el sexto acuerdo de los constitucionalistas debería ser desmontar los gobiernos podemitas, que, por cierto, no ganaron en ninguna ciudad importante en mayo de 2011

Tiempo de EGP
Emiliano García Page (EMG) ha descubierto muy pronto la catadura de los compañeros de viaje que le han dejado colgado del Presupuesto hace unas semanas. Con la experiencia acumulada, EGP debería preparar su “asalto a Ferraz” para liderar un PSOE constitucional y moderado. Es el político más preparado de toda la geografía socialista. Y él debería ser el primero en pedir la abstención para que Rajoy gobierne en minoría. Hoy mejor que mañana. No cuando lo decida el Comité Federal. Por dos razones: una, por la resurrección del PSOE y dos, porque la unidad de España es lo que importa. Aquí y ahora.

Los contactos entre Ferraz-Moncloa-Génova, y el buen hacer de Ciudadanos en la Plaza de las Ventas, albergan la esperanza de que no habrá terceras elecciones de inmediato. A la tercera… todos vencidos. De momento, nos damos un respiro hasta la primavera.

 

 

 

 

 

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