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Bahía de Itaca                                  Antonio Regalado

                     LA CONVENCION

Los mil doscientos compromisarios que han acudido a Madrid este fin de semana a la convención del PP, regresaban a casa en la tarde de ayer como si hubieran estado en Lourdes: transfigurados. Han cambiado de líder (Rajoy por Aznar) pero no de caballo ganador. Lo de menos son los mítines y el programa electoral. La bulla está es parte de la fiesta. Una convención es un encuentro social para convencidos donde se refuerza el ego, se luce palmito y solo importa el guiño de complicidad con los nuevos gurús del 15-M. Sin duda, esta convención bajo el lema “nsns”  asume todos los poderes del partido y del Estado, nunca mejor dicho en este caso.

A pesar de que la orden era tajante,- ningún cargo público en coche oficial-  el tráfico en la gran avenida del Palacio de Congresos de Madrid parecía el de los bulevares en sábado noche. La fiebre dura día y medio pero, muchacho, qué movida, qué entusiasmo, qué empuje peelectoral. La foto con Aznar, Ana Botella y el propio candidato es casi un imposible. Los ministros son muy accesibles a su público; Acebes, Arenas y Zaplana siguen siendo las sonrisas del  régimen. La displicencia de Rato, que ha encajado como nadie ser segundo, le ha cubierto de una aureola de misterio y distancia que le hace más atractivo: se le nota enamorado en vísperas del 14-F. Los militantes de base  –pocos, claro- le miran con respeto.  Lo que no ha cambiado ni disminuido es el número de pelotas por ministro. Los más bulliciosos y exultantes, quienes estrenan sitio seguro en las listas. La procesión va por dentro para los que han llegado a la capital del Reino sabiendo que el mandato se terminó.

Las convenciones-congresos populares se parecen cada vez más a la gente guapa del CDS, que en paz descanse. Les falta un hervor. Les sobra algún personaje -tipo Fabra- ¿de donde sacan  a estos tipos tan patéticos?, de la otra orilla del siglo anterior, que, de verdad, contaminan el ambiante. ¡Qué hermoso es el poder! ¡Allí lo hemos palpado!

Las acreditaciones siguen siendo discriminatorios. Mientras los líderes-líderes les han servido las acreditaciones a domicilio, periodistas y militantes han de sufrir en propia carne las medidas preventivas. Pero eso entra en el guión. Lo que ya resulta más difícil es acceder a conversar un segundo con los «galácticos» del Partido, llámense Loyola o Mayor Oreja por poner dos ejemplos de personas queridas.

Ninguno de los compromisarios cuestiona ni una de las arengas; ellos siempre dicen sí. El triunfo se da por descontado. La Moncloa cambiará de inquilino pero no de color político. Eso es lo que se ha respirado en la cumbre popular. Los comentarios sobre Zapatero no son generosos en especial por el “caso Carod-Eta” pero los de Llamazares, el hombre que quiere recuperar nuestra ilusión,  resultan zafios y desconcertantes viniendo de gente tan limpia y de tan lejos. En todo caso, los peores comentarios y chascarrilos, sin duda, para el ex presidente González. Le ningunean con el mismo desprecio con el que Felipe ha tratado a Aznar. Algunos incontrolados parecían morir de éxito. Que poco aprenden de la austeridad de los máximos dirigentes.

En fin, dos jornadas de convivencia que excitará a militantes y candidatos al Congreso y al Senado y que les servirá de credo hasta la jornada de reflexión. He asistido decenas de veces a convenciones políticas. Todas son iguales. El líder refuerza su distancia; los cuadros aumentan su poder en la estructura del gobierno y del partido; los electos se inyectan en vena lealtad absoluta a quien les nominó; los que se quedan fuera de las listas, maldicen la hora en que decidieron fundir sus vidas con las de la causa para tener que comenzar, en soledad, una nueva carrera profesional. Las bases aprenden, como siempre, a esperar. Y un hombre –y una mujer-  valen lo que vale su esperanza.

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recuperando la memoria. asi que pasen cinco años. junio 2003/antonio regalado

BAHIA DE ITACA

ASI QUE PASEN CINCO AÑOS    

                                  Antonio REGALADO

Fueron las sesenta horas más largas y terribles de nuestra democracia que terminaban a las 4,55 de la madrugada del domingo, 13 de julio del 97. Llevaba agonizando desde las cinco de  la tarde cuando unos cazadores le encontraron maniatado. Había recibido dos tiros en la nuca. La autopsia revelaría que el primero de ellos, lo recibió de rodillas.

Se llamaba /se llama Miguel Angel Blanco Garrido. Nacido en Ermua (Vizcaya) el 13 de mayo de l968. Su padre, Miguel, albañil, emigrante gallego; su madre, Consuelo, ama de casa,  sigue sangrando por la herida de la vida, del amor y de la muerte; herida  como del rayo, para libertad que sangra, lucha y pervive… Y su hermana Maria del Mar no ha perdido, a pesar de tanto dolor acumulado, la sonrisa al frente de la Fundación que perpetúa su memoria, Miguel  Angel había cometido el delito de ser concejal del PP en su pueblo natal. Toda una provocación para las hienas de Batasuna y Eta. Como bien escribe Ana Urcheguía, la alcaldesa socialista y perseguida de Lasarte, “los concejales constitucionalistas son el frontón frente al fascismo que se ha instalado en el Pais Vasco”. Y lo dice alto y claro: “ El PNV y EA saben que los campos de exterminio están entre nosotros”.

Aún se estremece uno al reconstruir la historia de aquella ejecución anunciada que movilizó a seis millones de personas   -en su mayoría jóvenes- en las plazas mayores de España, gritando “Vascos, sí, Eta no” y mostrando las manos blancas frente a las manos manchadas de sangre de los asesinos.

Jueves, 10 de julio.- Tras almorzar en casa, Miguel Angel Blanco (MAB) se dirige a la estación de ferrocarril para regresar a su trabajo en la empresa Eman Consulting. El recorrido es de diez minutos pero nunca llegaría a tomar ese tren. Al parecer, una joven le abordó y… a las cinco y cuarto de la tarde, en la sede del PP de Bilbao se recibe una llamada de “Eguin” anunciando que Eta les ha comunicado que han secuestrado a MAB. El mensaje lo recibe la Ertzaintza cinco minutos después. Los intermediarios del periódico añaden este ultimátum: La organización matará al concejal si en el plazo de 48 horas no se trasladan a las cárceles de Euskadi a todos los presos etarras dispersos por la geografía nacional.

El ministro del Interior, Mayor Oreja, se dirige de inmediato a despachar en Moncloa. Desde el primero momento el presidente del Gobierno sabe que no puede ceder al chantaje y ordena que hay que prepararse para lo peor. Las Fuerzas de Seguridad del Estado comienzan una búsqueda rastreando la zona y se establece un centro de coordinación en Deusto mientras la espera se hace insoportable. Se activan todos los contactos con los etarras “distinguidos” como Pakito, apresado en Francia pero éste, displicente y sin mando en plaza, se limita a decir que “si Eta lo ha decidido, no hay nada que hacer”.

Jaime Mayor, comparece ante la prensa en el calor de la noche. “Es un pulso a toda la sociedad democrática y todos debemos cumplir con nuestro deber desde el dolor”, asegura el ministro. Dos semanas atrás, la Guardia Civil había logrado rescatar a Ortega Lara de su inhumano zulo y pudiera tratarse de una venganza…

España se va a la cama con el corazón en un puño. La vida de una persona dependía de un milagro. Y el reloj sigue marcando los segundos…

Viernes, 11 de julio.- Prensa, radio y televisión convierten el secuestro en tema exclusivo. La repercusión es enorme, mundial. Tanta como la indignación. La gente sale a las calles reclamando la puesta en libertad de un hombre inocente. Los jóvenes, de norte a sur del país y de este a oeste se suman a la petición de clemencia a la cúpula etarra. Son concentraciones silenciosas. Nunca hasta entonces la juventud se había interesado por los asuntos públicos y menos aún por los del terrorismo. La movilización social e institucional se transforma en un clamor, en un grito de libertad y contra la barbarie.

“En nombre de Dios”, comenzaba el telegrama de SS el Papa Juan Pablo II al obispo de Bilbao, en el que pide a los etarras que pongan fin al cautiverio. La UE, la UNESCO, solicitan el respeto a la vida… pero nadie responde. Las horas pasan y el trabajo policial no ha avanzado un milímetro. No hay pistas. Los números dos de Interior y de la Policía Autónoma Vasca, Fluxá y Martiarena rastrean en helicóptero, con dos expertos Mondragón Ermua y Elgoibar… nada; los confidentes tampoco aportan ni un dato válido.

Vuelve a caer otra noche sobre la España negra y triste de siempre. Mas negra y triste que nunca… Aquel viernes entendimos en su plenitud que de todas las historias de la Historia, la más triste, sin duda, la de España.

Sábado, 12 de Julio.- Miles de personas habían pasado la noche en muchas ciudades con velas encendidas rezando para que se produjera un milagro. La cuenta atrás estaba a tan solo cuatro horas. Las plazas públicas, desde La Coruña a Toledo, desde Tarragona a Cádiz estaban repletas de simples ciudadanos creyendo, de buena fe, que Eta escucharía al pueblo. Craso error. Cada respiro era una pesadilla contra el tiempo. En la plaza bilbaína del Sagrado Corazón, Marimar, la hermana de MAB, recién llegada del Reino Unido, leyó un comunicado apelando a la buena voluntad de los secuestradores… Pasaban sesenta minutos del mediodía y la manifestación se disolvió muy lentamente y en silencio… Un silencio que se prolongó, ensordecedor, hasta las cuatro en punto de la tarde. La cuenta atrás terminaba.

En la Puerta del Sol de Madrid nos congregamos miles de madrileños en la creencia de que MAB no sería ejecutado. Los transistores ardían. El adoquinado abrasaba. Los rumores invadían el kilómetro cero y las gentes de buena voluntad llegaban de todas partes. Por Montera, por Preciados; por la Carrera de San Jerónimo, por Alcalá… Una riada humana esperando. Una señora reza. Todos rezamos por mimetismo aún a sabiendas de que de poco sirven las plegarias al cielo cuando el reloj del corazón está varado. Las playas se han quedado desiertas. Y las carreteras vacías. De repente, alguien dice haber escuchado que han encontrado al joven concejal vivo y que Eta le ha perdonado la vida… La alegría es indescriptible. Medio mundo abraza al otro medio y el alivio que se siente ante la sede de la Comunidad madrileña se torna, enseguida, un nudo en la garganta… Es un rumor…sin fundamento. La radios lo desmienten. No hay noticias. Mal augurio.

Faltaban diez minutos para las cinco en punto de la tarde cuando la RNE daba lectura a un despacho de Europa Press en el que se decía que unos cazadores habían encontrado el cuerpo de una persona, con dos disparos en la cabeza, en un arboleda cercana a Lasarte.

¿Sería él?, ¿sería Miguel Angel? Veinte interminables minutos después, el portavoz del ministerio del Interior confirmaba la tragedia. MAB había sido encontrado aún con vida y estaba siendo operado en el Hospital Nuestra Señora de Aranzazu. Más lágrimas, más rezos, más impotencia y más rabia.

Y, de pronto, Todos gritábamos con una sola voz: ¡“ETA, escucha, aquí está mi nuca”¡ ¡Eta, asesinos, hijos de p…¡

Todavía nos aferramos, un segundo siquiera, a ese hilo de vida que le quedaba a la víctima y allí permanecimos, en el corazón de la capital de Reino, conteniendo el dolor colectivo y esperando de nuevo un segundo milagro.

“Desde el primer minuto supe que iban a matar a Miguel Angel”, declaraba el presidente José María a “EL Mundo” justo al cumplirse el primer aniversario. “Remuevan Roma con Santiago porque no se va a mover ni un preso” exclamó cuando se enteró del secuestro, en las horas más terribles de su mandato.

Esa misma sensación la teníamos en aquella tarde/noche madrileña en la Puerta del Sol.

Blanco fue hospitalizado con “muerte cerebral”. Las imágenes de televisión eran elocuentes. Miguel Angel entraba en quirófano clínicamente muerto. La esperanza se difuminaba en el atardecer. Millones de españoles y extranjeros hacían lo mismo en miles de lugares de nuestra geografía.

En la madrugada, 4 horas 55 minutos, se acabaron los despertares para el joven demócrata popular. Miguel Angel ha muerto.

Domingo, 13 de Julio.- Miguel Angel Blanco regresa a Ermua   para siempre. El alcalde Carlos Totorica, del PSOE, ofrendó de maestro de ceremonias con valentía y coraje. La familia, rota de parte a parte, padres, hermana y novia, lloraban desconsoladamente desde el balcón de su casa y daban las gracias por la solidaridad. El féretro quedó instalado en el Ayuntamiento donde había llegado aupado por gritos de ¡Miguel, Miguel!. El 14 de julio, España entera tomaba las calles para repudiar el ajusticiamiento cobarde y miserable de las alimañas. El entierro se convirtió en un duelo nacional. España se vistió de luto. El Príncipe don Felipe que asistió a las exequias condenó el salvaje asesinato y recordó que “el pueblo español y el pueblo vasco han hablado y han dicho ¡Basta Ya¡”. Hasta el Rey don Juan Carlos se dirigió desde los Jardines de la Zarzuela a todo el país para sumarse a la condena y al sentir popular. Las campanas de toda España repicaron en homenaje al concejal vilmente ajusticiado.

El lehendakari Ardanza realizó un discurso agresivo contra los terroristas. Nacía el “Espíritu de Ermua”. Los ciudadanos dijeron también ¡Basta!. La sangre de Miguel Angel fue la semilla de la respuesta a ETA en la calle. Ardanza se retiró meses después de la vida pública a sus posesiones en Marbella y el PNV, EA, HB, IU y ETA traicionando la Democracia, crearon el Frente/Pacto de Estella. Eta imponía sus tesis, una vez más.

Otros han caído desde entonces. Pero saben que habrá siempre un relevo. Cinco años en blanco, cinco años sin Miguel Angel ha sido demasiado tiempo pero su sonrisa sigue ahí, alentándonos frente a los nacional-terroristas que no ganarán nunca la guerra de la libertad. Ser militantes de la paz merece la pena y España entera está ya con las víctimas y no con los asesinos. Y la UE. Y Usa y Rusia.

Hoy, un lustro después de que estallara Ermua, Adolfo Suárez preside la Asociación de Victimas del Terrorismo, la mejor garantía para saber que nunca estarán solos los familiares; para saber también que su dolor es nuestro dolor y que la llama de la solidaridad no se extinguirá nunca. Cinco años después de esta ejecución, MAB sigue en nuestro corazón y en nuestro recuerdo con la misma fuerza que el primer día como siguen todos los demás.

El Congreso y el Senado se han dotado de una Ley de Partidos Políticos que legalmente acabará con los terroristas y con sus cómplices. Y, cinco años después, la Justicia ha embargado los bienes de Batasuna para que sepan que matar no es gratis.

El poder de la sangre derramada en Ermua marcó un punto de inflexión en nuestras conciencias. Ya nada seria igual ni nosotros, los de entonces, seguiremos siendo los mismos. La solidaridad se ha ensanchado con los que sufren. No es que estemos en contra de Eta, que lo estamos; es que Eta está contra todos nosotros por ser demócratas. Solo por eso hay que seguir al otro lado de Estella, que se justifica por el terror. Pero no podrán con nosotros. La indignación y la rabia dejaron al país afónico, desolado y comprometido con las libertades. Hay un antes y un después de tu muerte, amigo Miguel Angel. Con tu ejemplo, el de J.L.de la Calle, el de Fernando Buesa y el de todos los demócratas, construiremos la paz como se ha levantado en tu memoria, por suscripción popular, ese estadio en Ermua que llevará tu nombre para siempre

El tiempo ha puesto a cada uno en su sitio. Tú, Miguel Angel, en nuestro corazón. Quiero que lo sepas: Francisco Javier Garcia Gaztelu, “Txapatote” fue quien te disparó cobardemente en la nuca y de rodillas. Era jefe del aparato militar de Eta. Jose Luis Geresia, Alias “Oker”, miembro del comando Donosti, que condujo el coche, se suicidó de un tiro. La tercera implicada, Iranchu Gallastegui “Airoa” fue detenida en Francia durante la tregua. Estos pistoleros también mataron a tus compañeros concejales del PP en Irún, José Luis Caso y en Zarauz, Jose Ignacio Iruretagoyena. Tres nombres para el desprecio y para la infamia. Ni los olvidamos ni los perdonaremos jamás.

Así que pasen cinco años, Federico mediante, recuérdalo tú y recuérdalo a otros.

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Nota.- Este artículo ha permanecido atrapado en la Red durante varias semanas. Por su interés lo recuperamos ahora.

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recuperando la memoria/ guion de «en propia voz»para TVE CLM/arsenia tenorio 3.5.2000

En

Propia

Voz     ////       Arsenia Tenorio, pintoraPASIÓN POR CREAR

Por Antonio REGALADO RODRIGUEZ

“La pintura me ha hecho vivir ilusiones indescriptibles

y hasta morir de hastío… lo más importante -y lo que

nadie entiende- es que tú no eliges la pintura;

es ella la que te elige a tI.”.

Arsenia Tenorio, Pintora.

A los tres meses de edad, toda mi familia, nos trasladamos a Montijo, en la provincia de Badajoz. Allí aprendí a hablar y a aspirar la “h”. Y digo: “jacha”, y “jigo” y “jiguera…” acento que aún sigo arrastrando, enredado en mi lengua… Pero mi corazón es de Castilla…, es de La Mancha…, es… de  Toledo.

De pequeña –nos relata a la entrada del pueblo, justo donde la carretera gira hacia el centro del pueblo-,  pasaba grandes temporadas, aquí, en Retamoso de la Jara, Toledo, donde nací un 15 de agosto. De ahí,  mi nombre, Asunción. En estas calles, en estos “regueros” y riachuelos, con sus aromas del verano y primavera… yo era feliz.

Me gustaba y me gusta el lugar; en un valle rodeado de montes lleno de retamas, olivos… tierras áridas y pardas donde mi imaginación volaba y volaba día tras día, trascendiendo los cerros en busca de otros espacios más abiertos aún.

Me gustaba y me gustan sus gentes. Recuerdo, con devoción a mi tía Maria tan mayor siempre,  y siempre tan generosa y hospitalaria. Su chorizo casero,  hecho con sus propias manos sabe tan a la tierra que, tres décadas después no he podido olvidar ni el  olor ni el sabor inconfundible de su matanza, curada con fríos serranos y cariño; con mucho cariño artesano.

En Retamoso aprendí las primeras letras: en el colegio me gustaba el color, la luz, y … ¿y el dibujo?. Entonces no me decía nada esa palabra; no conocía nada con ese nombre.Sentía transformar lo que veía; perseguía sombras, miraba las hojas moverse con los vientos… Cada tiempo tenía -y tiene aún-, en este pequeño pueblo perdido, su propia luz, su reflejo propio y  su propio sueño…, Y yo,  yo estaba allí para  vivirlo en plenitud.

La pintura , lo afirmo ante la puerta de la que fue mi casa

de la infancia, en este viaje ex profeso para encontrar la

niñez-,  siempre ha sido, es y será algo bonito y perverso a

la vez,  que nació conmigo, y que conmigo morirá; algo que

tuve que descubrir sin saber qué nombre tenía. Ahora, sí

que lo sé: se llama creatividad.

Creer y crear. La unidad. El todo. La nada. El principio y el

fin. Los desiertos. Los océanos. El universo. Dios.

El hombre. El ser humano.

Cuando empecé a pintarrajear todo lo que se me ponía

delante, siempre  me regañaban: “No hagas cosas raras, y

no pintes tanto que te van a decir  de mote “pintamonas”…

-Y, a mí,  ¿qué me importa?- me decía.

Pintar es mi vida. Los lienzos son los hijos que nunca tuve;

los colores, las sonrisas que me han negado. Cada cara sin

rostro es una historia escrita contra el tiempo… gentes

anónimas, buenas gentes; la silenciosa mayoría, la

inmensa mayoría de la que habla Cernuda.

Seres humanos que pasan por la vida, sintiendo

ambiciones tan legítimas como perseguir un sueño…

imposible las más de las veces.

Siempre he querido a las personas mucho. Con todo mi corazón y con toda mi alma. A veces, en demasía… Quizás, porque he estado muy sola… Un artista es un ser solitario. Todo su mundo, se halla sobre un lienzo en blanco, al atardecer… Y ese miedo escénico  produce soledad… Una terrible e inmensa soledad…

Paradójicamente, cuando tomo los pinceles en mi mano siento poder. Es un poder real… mágico, incontrolado… un poder que te transporta hacia un lugar real también, que únicamente existe en tu imaginación. Es la “cumbre”… El mundo parece estar en tus manos… Y, al llegar a la cima… vuelves a estar sólo.

Pintar es un desafío, un desasosiego… una inquietud, una actitud cuasi mesiánica… Es arrancarte parte de ti mismo para volcarlo en un espacio vacío, limitado, recurrente, inmenso… Todas las contradicciones las vive el artista ante la obra inacabada. Y cuando se da por terminada, comienzan las dudas a recomer el  interior buscando otras soluciones alternativas de belleza, que siempre las descubres con el paso de las estaciones. Demasiado tarde; así es como se el desasosiego va minando el alma, tarde a tarde.

Luego, uno tiene que asimilar que siempre se pinta el mismo cuadro, como siempre se escribe la misma historia… Pintar o escribir es dar a luz, y, por tanto, parir con dolor, lo que uno lleva en las entrañas: las glorias y miserias de uno mismo. Cada obra es una confesión interminable.

El plástico, ese plástico blanco de las bolsas al aire… que tanto manipulo y tanto juego me da,  me obsesiona desde la pubertad. Son mujeres que esperan algún milagro en sus vidas diarias… milagro que, nunca sucede… Esperan en todas partes y a todas horas… que se llenen esas bolsas de sueños e ilusiones. Es una espera heroica e interminable.

Los verdes de mis cuadros, verdes fuertes, me sumergen en un mundo de fuerzas cotidianas, con trazos valientes intentando atrapar el aire en los despertares. Es una lucha contra nadie, incluso, es “otra” manera de vivir sin ataduras. Me identifico mucho con el verde.

Y el mundo del toro que tanto me impresiona se me antoja entre libidinoso y sensual. Se trata de una atracción fatal hacia la fiesta nacional que siempre me ha excitado.

Y la ternura ¿dónde encuentra una el instante único y último  para la ternura?. Intento arropar mis personajes de ternura, esa asignatura pendiente de nuestra generación.  Que lo consiga es otra cosa. Pero a fe que lo intento, desesperadamente.

Desde mi adolescencia, quería llegar hasta Bellas Artes.

Allí, – me decían-, te enseñaban a ser pintor y yo quería

pintar, sobre todo, pintar; más que ninguna otra cosa,

pintar.

Llegué a Madrid a casa de unos parientes pero en realidad aproveché para encontrar trabajo en el Hospital Clínico y preparar mi ingreso en Bellas Artes.

Comenzaba el día a las 6.30 de la mañana y regresaba exhausta a las 10,30 de la noche… La situación se hacía insostenible  así es que decidí simplificar mi vida: hospital, un hospital con niños. Y pintar soñando o, quizás, soñar pintando; tal vez morir… de amor a los colores…

Cada vez que paso por la Plaza de Cristo Rey, me hago la misma pregunta, una y mil veces:

-¿Qué hubiera sido de mí si yo no tomo la decisión de romper aquella cadena de la asistencia y nunca hubiera podido pintar?.

-No acierto a responderme. Aún hoy, después de miles de lunas llenas sobre los mares,  veo desdibujado en mi pasado el momento exacto en el que decidí solo trabajar para comer y dedicar el resto del tiempo a los pinceles.

-¿Qué impulso  interno determinó mi vida y en qué instante?. No debió ser fácil aquella decisión desdibujada pero bendita sea.

Descubrí entonces a Chagall, a Paul Klee, a Bacon, y a Naranjo; Y a Barjola, a Mondrián, a Gros y a Gris. Paralelamente, entró en mi vida  el teatro conceptual, el templo de El Prado y, cómo no, la genialidad  de Pablo  Picasso y de Salvador Dalí.

Conocí luego a Juana Mordó en unas circunstancias especiales; Juana sabía lo que era el arte, y a Gloria Fuertes, todo humanidad. También conocí al maestro Benjamín Palencia en las tertulias de Toisón y al escultor Juan de Ávalos. Vas de un artista a otro; vives y sientes cada forma, cada estilo… y disfrutas, y el alma se te abre en canal…

  1. mientras descubría la pintura en sus diferentes versiones, nacía ante mí la sociedad decadente del franquismo: se respiraba falta de libertades e injusticias. Y llega el amor primero y, a renglón seguido, los desengaños e incluso el  desamor. Tiempo de desencuentros interiores. I vas quedando así “marcada” para siempre…

Creí en todos los errores. Y, -lo que es peor-, permanezco en la mayor parte de ellos, todavía, porque la pasión obnubila los sentidos. Y pintar se ha convertido para mí casi en una enfermedad enamorada.

He recibido premios y honores en Arco (Madrid), Singapur,

Amsterdanm, Chicago… y  decepciones sonoras que me

acompañan, como sombras, para siempre.

La pintura me lo ha dado todo y casi todo me lo ha robado. No hay término medio  virtud en este oficio de “ajuntar colores, formas y sentimiento

Mis obras favoritas son Bodegones para Singapur, Vida de Isabel Mora, Exposición sobre El Quijote y Exposición sobre el plástico.

Mi dedicación al mundo del toro no fue casual: la atracción fatal –como apuntaba más arriba-, con el arte de Cúchares me viene de pequeña; me apasionaba el color de la Fiesta, el valor de los matadores, la sangre, la vida, la muerte… Aún me conmueve, incluso por fuera, la Monumental de la calle Alcalá.  Es una ceremonia de colores que he degustado temporada a temporada, principalmente en la plaza de las Ventas de Madrid. Un espectáculo de riesgo, de lucha, real como la vida misma.

Ahora, resido aquí, en Quero, en el corazón de la Mancha, al sur del sur de Madrid, en la mitad de la nada: viajo a la capital del Reino, con asiduidad, para  ver cómo y por dónde se mueve el mundo de los colores y de los pinceles y de los marchantes. Por no morir de hastío. Pero mi mundo está limitado entre las cuatro paredes de mi estudio amplio e interminable donde trabajo en libertad, sueño en libertad  e, incorregible de mí, me sigo equivocando en libertad.

Me quedan media docena de amigos –ninguno dedicado al arte y a la vanidad -, me sobran ya otoños, muchos de ellos  perdidos  y me falta tiempo  –el tiempo es el mayor dictador, en especial para las mujeres-, para  regalarme un descanso con despertares bajo las lunas. Solo, eso sí, para tomar carrera y seguir pintando porque para mí,  pintar es luchar y mientras se lucha, no se fracasa.

Perdonen las molestias, mis queridos lectores, por este monólogo interminable. Pongo aquí y ahora punto final a este autorretrato casi en blanco y negro, escrito en cuartillas como las de antes, con la pluma estilográfica y con la tinta de la sinceridad. Yo apenas se escribir, solo juntar colores y volúmenes que han encadenado toda una vida entera al caballete. He hecho lo que he querido. Soy lo que quise ser. Y me siento pintora, solo pintora.

Mi privilegio es que,  como explicaba al principio, yo no elegí la pintura; fue la pintura la que me eligió a mí.

En cuanto a mi firma… a todos debo una explicación. Y hoy quiero darla. Arsenia es el nombre de madre; además, de robarle el nombre le he robado su segundo apellido: Tenorio. Para mí era todo un personaje… era, -lo confieso-, mi personaje favorito… Asunción es sólo el recipiente… Gracias a todos los dioses  por haberme sido tan propicios.

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recuperando la memoria/antonio regalado 22.mayo.2004

AL FILO DE LO IMPOSIBLE

Por   Antonio Regalado

 

Justo a la hora en que la sonda espacial europea “Mars Express” confirmaba que hay agua en Marte, el Tribunal Supremo humillaba al  Constitucional multando a sus magistrados por negligencia. El hallazgo del líquido elemento puede paliar las tensiones del trasvase del Ebro al Mediterráneo y solucionar de paso el PHN, con permiso de los ecologistas, claro, pero el conflicto entre sus señorías va a acarrearnos más de un disgusto. Y  minará la credibilidad de la justicia más todavía.Diez de los once magistrados del Alto Tribunal con su presidente Manuel Jiménez de Parga a la cabeza,  –uno estaba enfermo- han sido sancionados con 500 euros cada uno por archivar, sin ni siquiera estudiarlo, un recurso de amparo relacionado con la designación de los letrados del Constitucional.  ¿Sabían ustedes que el TC admitió el año pasado únicamente 300 de los 7000 recursos de amparo que llegaron a su sede?

El abogado José Luis Mazón firmó la demanda, alegando que esas plazas deberían salir a concurso y no adjudicadas a dedo. Tras el archivo, apeló al Supremo, que en primera instancia rechazó el recurso pero la   Sala Primera de lo Civil acaba de darle la razón y por ello, ahora, condena al TC casi en pleno.

El enfrentamiento entre ambas instituciones daña la imagen de la justicia, esa justicia que los socialistas quieren que dé respuestas al ciudadano en dos años y los populares,  – Rajoy dixit -en tan sólo seis meses.

A las puertas del relevo en la presidencia del TC esta lucha fratricida puede derivar en una guerra que salpique al mal llamado Poder Judicial.  ¿Celos profesionales por los ascensos? ¿Venganza por litigios anteriores? No es la primera vez que  el PC y el TS se enmiendan la plana abiertamente: recordemos los casos de la prueba de paternidad, la exculpación de la cúpula de HB, la condena a “Diez Minutos” por las fotos de Alberto Cortina y Marta Chávarri o la indemnización de 25.000  pesetas a 10 millones  que el TC estableció por la intromisión en la intimidad de Isabel Preysler a la revista “Lecturas”.

Lo malo no es la sanción económica, –que no lleva aparejada la inhabilitación- sino la bofetada jurídica a los “constitucionalistas” en un momento de renovación y de elecciones  generales y el espectáculo bochornoso para el contribuyente cuando se está agotando el plazo para que el TC se posicione sobre el Plan Ibarretxe.

La gravedad del asunto debería llevarnos a la cordura. Pero algunos jueces han perdido el sentido común. Las últimas sentencias sobre malos tratos a mujeres, sean marroquíes o no, resultan increíbles. Aquel famoso juez de Lérida que consagró que la “minifalda” era motivo de provocación y exculpó al violador,  no ha escandalizado menos a la opinión pública que el titular del juzgado de instrucción número 2 de Manresa (Barcelona) dejando en libertad sin fianza a un hombre acusado de degollar a su esposa entre otros motivos “porque no existe peligro de reiteración”. Y tanto. A pesar de que el juez considera  la “relevante probabilidad de culpabilidad” del imputado, le ha concedido la custodia de su hija de seis años que presenció el asesinato.

No extraña, pues, que el ínclito ex alcalde Marbella Julián Muñoz haya pedido amparo a Aznar y no a los jueces para Isabel Pantoja y para su hija ante el acoso mediático que sufre la tonadillera. Debería haber incluido a Paquirrín.

Lo más pintoresco de esta historia sin final es que los propios miembros del TC recurrirán ante sí mismos la decisión del Supremo. ¿Dónde está el Consejo General del Poder Judicial? La pregunta es más simple: ¿por qué el Gobierno no ha  presentado un proyecto de ley que fije las competencias y los límites de ambos tribunales y evite situaciones como ésta?  Y, ¿para cuándo la democracia en la judicatura?

“El fundamento de la justicia –leemos en Cicerón- es la fe”. Generalmente se juzga los hombres por el crédito del que disfrutan y por sus riquezas. Como no vamos a entrar en sus cuentas corrientes, obviamente, alertemos que con estos juegos al filo de lo imposible nos están dejando sin fe, sin crédito y sin esperanza.  ¿Magistrados del Constitucional negligentes? Poco diligentes, desde luego. ¡Ay de la generación cuyos jueces merecen ser juzgados¡

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palabras de cine/antonio regalado

LIBRO: DANZAS, BOTARGAS Y TARASCADAS

AUTOR: José Luis MartínFullSizeRender

Editorial: Liber Factory, 317 páginas, Madrid, 2014  (Sin precio)

PALABRAS DE CINE

POR ANTONIO REGALADO

La primera impresión tras leer el inicio de “Danzas, Botargas y Tarascadas” fue dejarlo aparcado para las vacaciones. Enseguida me di cuenta de que ello iba en contra de mis propios principios de crítico literario que me obligan a estudiar cada texto según la fecha de recepción. Así es que, tras dos compromisos anteriores,  empecé por el final y me topé con “Los yerros del padre Rímini” una alegoría sobre el amor de una mujer inalcanzable (Gesporina) a la que todos quieren y desean que lleva la perdición mejor lado cuando desaparece de la escena. Doy fe de que existen mujeres así todavía.

Tras el reencuentro y la presentación Gesporina vuelve a esfumarse como un sueño convirtiéndose en “el latido de todos los segundos de la existencia”. Un amor imposible que lleva hasta el suicidio al pobre enamorado Sisimo. “Para olvidar un amor, /si se ha entregado la vida /duele tanto el corazón/ que hasta el dolor se te olvida y no se olvida el amor”, que escribió nuestro amigo Juan Carlos Soto. Para desdramatizar la situación, el padre Rimini se desposará con la guapetona Gesporina porque el amor siempre triunfa sobre la fatalidad.

Por lógica, tras este relato, analicé el contenido del título y entonces entendí que José Luís Martín quería escribir lo que pregonaba: acción y baile para sus personajes; unos protagonistas que expresan sentimientos y emociones, Son seres de carne y hueso representando personajes al límite. Borrachos, asesinos, putas… enfundados en sus botargas para justificar sus maldades y su mísera existencia. Las tarascas (criaturas mitológicas) que inundan todos los rincones del libro engrandecen el valor de las descripciones. Es un libro atemporal geolocalizable en medio mundo.

Un mundo de perdedores

El periodista se mimetiza en todos y en cada uno de los actores principales y secundarios proyectando un realismo mágico que sobre la literatura desnuda  exhibe imágenes cinematográficas de una fuerza visual brutal a veces, a veces  inhumana  envuelta en la ternura. Manasú, la portera, el viejo Aygo Dolsa, Liberto… cabalgan por Menorca mientras un viejo –sin nombre-  y un lobo hambriento mantienen una lucha a muerte en Gredos bajo el silencio de la luna.

Los 17 relatos nos llevan sin solución de continuidad a través de individuos marginales a lo más grande y a lo más bajo del ser humano. Descubrimos  tipos  como Tomo Amuruza, Clotilde y Polimario, gentes con mala suerte. Entrañable Cuco, el ladrón de un solo golpe fallido. Entre la resignación y la fatalidad, el escritor va vaciando de soledades –que no de miedos- a unos tipos que se abren paso en la vida a tiros o a navajazos: “La sangre iba escurriendo acera abajo” –describe cinematográficamente un asesinato- “hasta convertirse en río. La sangre de dos muertos” –insiste en la metáfora- “es una catarata”.  Con la frialdad de un carnicero, el escritor disecciona parapetándose en unos diálogos puramente cinematográficos, escenarios  y escenas que filmaría con fuerza y ganas el propio Alfred Hitchcock.

El  mundo de perdedores que se expone descarnadamente en “Danzas…”es el  mejor ingrediente  para rozar el cielo del éxito en la literatura. Y en el cine. Y José Luis Martín lo intenta con tipos que se lo juegan todo a una carta como Bartolomé Tapetado un trotamundos que pasó por Perú y por Potosí sin hallar plata y que a pesar de recorrer el mundo de puerto en puerto y de no tener nada, fue feliz. Es la excepción en esta obra que trascurre en hospitales, desvanes y pensiones de mala fama. La pasión y muerte de Román Palomo es otra historia increíble y bien contada: “La Chiqui, le metió un palmo de hoja de navaja entre las costillas que afanosas guardan el corazón. Fue una puñalada recta y seca, que le rompió la sangre en el mismo sitio de la fuente de donde mana. Palomo, si de algo pudo afanarse en esta vida, fue de haber hurtado el primer beso a la Chiqui”.

Yo, descreído y desconcertado en la primera historia, – desubicado como diría Woody Allen– prometo releer la obra antes de septiembre capítulo si, capítulo no; de adelante a tras o de atrás a delante porque el orden de lectura no altera la calidad del producto ni  de las emociones. Mientras tanto, sigamos  atentos a la  próxima  entrega del autor y periodista José Luis Martín, “Loas, bailes, jácaras y mojigangas”. Literatura y cine a partes iguales, supongo.

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TOLEDO/BAHIA DE ITACA       

 

“Internet es el cordón umbilical que nos conecta a los otros mundos. ¿Y qué sucede cuando te cortan la conexión? Pues que tienes que aprender a sobrevivir. Hay vida sin Wifi pero es  una perra vida”.

 

                                           

                                                  SABOTAJES

           

ANTONIO REGALADO

Entro en una tienda y leo esta frase enmarcada en un cuadro que no sirve para nada: “todos necesitamos amor y Wifi”. Dejo para otra ocasión la primera parte de enunciado aunque tenga escrito hace demasiado tiempo que la vida se reduce a estas cuatro palabras: “amar y ser amado”. Wifi es el cordón umbilical inalámbrico que nos conecta a los otros mundos. ¿Y qué sucede cuando te cortan la conexión? Pues que tienes que aprender a sobrevivir. Lo malo es que no estamos preparados suficientemente para ello. La huelga de cableros de Telefónica ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad del sistema. Con nocturnidad y alevosía, unos piquetes incontrolados abrieron (con llave) las cabinas de plástico y cortaron los cables con una cizalla. Y cerraron la puerta. En menos de cinco minutos, 500 usuarios de fibra óptica nos quedamos aislados sin teléfono ni Internet. Se apunta hasta 400.000 los afectados solo en Madrid y provincia.          

De inmediato colapsamos el 1004 donde un contestador automático comunicaba  uno a uno, que estaban reparando la avería. Y así un día, y otro y otro día; y una semana y otra semana. Paralelamente, los smarphones  y los dispositivos digitales se colapsaron al consumirse con urgencia los 2 Megas mensuales en movilidad. Hasta que llegó el silencio. Y tuvimos que migrar a casa de familiares y amigos mendigando conexión para poder descargar el IRPF de Hacienda, enviar la colaboración a ABC y contestar los últimos correos.

sabotaje a la fibra óptica de Telefonica
sabotaje a la fibra óptica de Telefonica

Doble sabotaje

El sabotaje de los huelguistas por reivindicaciones laborales no fue menor que el sabotaje informativo de la empresa suministradora. Ni un aviso por sms, whasapp o correo electrónico. Descarto la información por correo tradicional al padecer una huelga de carteros desde hace más de 55 días en Majadahonda.        

La compañía que nos asedia  con publicidad de todos sus productos no ha sido capaz de explicar qué estaba pasando ni cuando se restablecería servicio. Mientras tanto, anunciaba una subida de 5 € mensuales con los primeros firmantes de FUSION tras comprometerse a mantener el precio de por vida. Los ingresos anuales por este incumplimiento sobrepasarán los 240 millones por ejercicio. La opción es despiadada: abandonar la compañía sin tener que pagar indemnización.

El despropósito comunicacional se agranda al anunciar en plena crisis  “urbi et orbi” un aumento de velocidad de 100 a 300 Megas. Una amable  comercial de Movistar –tras engullir Canal Plus- me cuenta que no pueden por ley aumentar la cuota mensual por mejorar el servicio, y que se ha mejorado mucho los últimos tiempos. Y es cierto. Por ejemplo ofreciendo gratis la TV digital para extender el imperio de pago a todos los contenidos deportivos. Hubiera bastado aplicar la nueva tarifa a los nuevos consumidores evitando así protestas, denuncias y la inevitable multa del órgano regulador.  En definitiva, una política de comunicación en tiempo difíciles manifiestamente mejorable.

Solución fotográfica        

Cuando de la desesperación y la indignación habíamos pasado al desencanto pasivo, comprobamos cómo un operario cansado de la huelga, y con la caja de resistencia vacía, estaba restableciendo servicio en la zona. Le felicitamos y nos felicitamos por ello. Pero resultó ser un espejismo. Sólo tenía orden de reparar la línea de un vecino que había tenido la suerte de que el contestador automático le pusiera con un agente de carne y hueso. Eso sí, nos permitió sacar unas fotos del sabotaje con las que al día siguiente intentamos denunciar el hecho en las tiendas de proximidad. Otro intento fallido. Telefónica sólo admite denuncias en su sede central de la Gran Vía, 28 en Madrid. O en las OMIC de los ayuntamientos. Las fotos,      prueba del delito sindical, nos abrieron las puertas a la restauración del servicio 48 horas después.   

Los ajustes duraron dos días más porque hubo que configurar de nuevo todo el sistema. Y a partir de aquí, los agentes del 1004, volvieron al asedio del cliente vendiendo las bondades de los nuevos productos. Ni una disculpa, ni una explicación. Como si el eterno tiempo de silencio de quince días (y sus quince noches) no  hubiera existido. Insistieron en que puntuáramos del 1al 10 la atención recibida, no la calidad del servicio.

Hay vida sin Wifi   

¿Cuál es la enseñanza fundamental  tras esta aventura/desventura digital? Que, en efecto, estamos drogados con las comunicaciones; que nuestra dependencia emocional se ve afectada profundamente cuando nos falta Internet. Resulta más fácil sobrevivir si la televisión se funde a negro que cuando queramos desconectados de la Red de las redes. La experiencia personal confirma que hay vida sin Wifi pero es una perra vida. Estás desubicado. Reflexión aparte merece la vulnerabilidad del sistema. Ya es hora de que la Unión Europea se prepare para el mercado único  digital y se puedan compensar con indemnizaciones a las empresas y usuarios que se ven privados de seguir trabajando por una huelga salvaje. Más pronto que tarde también habrá que regular jurídicamente que la comunicación (enviar y recibir información a gran velocidad) es algo más que un servicio; es un derecho fundamental.

Ahora queda la parte más complicada: exigir a Movistar compensaciones  – ¿por qué no indemnizaciones?-  por el           tiempo interrumpido en la próxima factura que  emite íntegramente, como si no hubiera pasado nada, un ordenador sin alma.

Además de seguir conectados al milagroso Wifi, no nos vendría mal un poco de amor de Telefónica, un pilar central de la Marca España, que con su falta de transparencia, ha saboteado su credibilidad y nuestra confianza simultáneamente. Pese a todo, y después de más de 7 lustros,  seguimos conectados a la antigua CTNE.