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el corazón de la democracia/antonio regalado

ANTONIO REGALADO/BAHIA DE ITACA

Albert Rivera defiende hoy en el Congreso un texto integral para luchar contra la corrupción; es el momento de saber si PP, PSOE, Podemos y los nacionalistas apoyan la regeneración.

El corazón de la democracia

Esta tarde se debate en el Pleno del Congreso la proposición de ley integral contra la corrupción, impulsada por Ciudadanos. Un texto que debería ser mejorado y aprobado por todos los grupos políticos. Ha llegado el momento de retratarse ante la segunda preocupación de los españoles, solo por detrás del paro. La corrupción es un problema sistémico que afecta al corazón de la democracia; que ha contribuido al desprestigio de las instituciones y los organismos públicos y que ha sido rechazada por la inmensa mayoría de los ciudadanos. Más de 200 tramas corruptas se han desvelado desde 1978 y siguen descubriéndose diariamente nuevos bancos de corrupción en todos los niveles de la administración. PP, PSOE, UM y CiU han enfangado la convivencia con su permisividad; no es extraño, pues, que sea un partido sin pecado original el que marque el nuevo rumbo de la regeneración.
Voluntad política
En la exposición de motivos se explica con claridad que la actividad pública exige instituciones limpias, con controles democráticos, transparentes, integras, y responsables que afiancen el Estado de Derecho y la igualdad de todos ante la Justicia. No es casual que esta iniciativa parlamentaria exija la especial protección de los denunciantes y, en especial, si son funcionarios. Atajar la corrupción no requiere más que voluntad política.
El primero objetivo de tan ambiciosa normativa es establecer un marcho integral para prevenir, reaccionar y castigar la corrupción, para acabar con la impunidad de los corruptos (y corruptores) y para proteger a los denunciantes y su derecho a la confidencialidad. A tal efecto se creara una Autoridad Independiente de Integridad Pública (AIIP) que sustituya a la Oficina de Conflictos de Intereses de los Altos Cargos y que fijará todas sus incompatibilidades.
Honorabilidad
Esta Institución –una especie de Defensor del Ciudadano-contribuyente- vigiará estrechamente a todos los cargos electos en el ámbito estatal, autonómico y municipal. En consecuencia, todos ellos perderían su condición si el juez abriera juicio oral por presunto delito. La singularidad der la actividad política requiere, además, la exigencia de responsabilidad política y ejemplaridad pública.
Siguiendo esta filosofía, Ciudadanos pretende que no puedan ser nombrados para desempeñar altos cargos quienes se encuentren encausados judicialmente o condenados por delitos de corrupción. Y, asimismo, quienes fueran procesados, deberán ser destituidos fulminantemente. La honorabilidad de los servidores públicos no puede quedar en entredicho.
Legalización de los lobbies
La normativa impulsada por Albert Rivera, que hoy la defenderá ante el Pleno de la Cámara Baja, va mucho más allá: pretende modificar otras leyes en vigor como la de Transparencia y de Buen Gobierno para acceder a las agendas de ministros y altos cargos evitando que los concursos públicos se adjudiquen sin publicidad. La corrupción terminará cuando se sepa adónde va a parar cada euro del contribuyente. La ampliación de la transparencia se extenderá automáticamente a fundaciones, sindicatos, patronales y partidos políticos. Se endurecen en el Código Penal las penas por infracción en el ejercicio de sus funciones; se les prohíbe tener cuentas en paraísos fiscales y se regulan los lobbies, creando un Registro Públicos de lobistas en el que se deberán inscribir todas las organizaciones que quieran desarrollar esa actividad frente a las administraciones públicas.
Enriquecimiento ilícito
No es menos importante las atribuciones que se atribuirán a la AIIP y a su comité Directivo -nombrado por 3/5 del Congreso- que podrá recabar información a la Agencia Tributaria sino que también la norma modifica el Código Penal para tipificar el delito de enriquecimiento ilícito, por el que tendrán que responder autoridades y funcionarios, que sin razón jurídica experimenten un incremento en su patrimonio y cuyo origen no puedan acreditar. No más Bárcenas. No más Pujoles. Seguidamente se establece la responsabilidad civil subsidiaria de partidos políticos, sindicatos y organizaciones empresariales por los delitos que hayan cometidos sus gestores y sus cargos orgánicos.
Finalmente, la iniciativa de Ciudadadanos resucita a los secretarios e interventores de la Administración, como garantes de las cuentas públicas y prohíbe los indultos de corrupción con el fin de impedir que el poder político tenga capacidad discrecional para autoabsolverse por delitos relacionados con con la financiación ilegal de partidos políticos, contra la Hacienda Pública, contra la Seguridad Social y contra la Administración Pública.
Al caer la tarde conoceremos el nivel del Pacto PP-C´s; la “moralidad” del PSOE, la inmoralidad de los nacionalistas y la indiferencia de Podemos y sus Mareas. Esta proposición de ley es el mejor termómetro para conocer si somos capaces de aprobar (o no) la asignatura pendiente de la decencia; la corrupción es nuestro cáncer sistémico, el mayor enemigo para consolidar una democracia de calidad; esta futura ley integral contra la corrupción sería el mejor aliado de la competitividad y el mejor antídoto contra el paro. Una ley que no necesita respaldo presupuestario. Solo voluntad política. Todos contra corruptores y corruptos.

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Movimiento okupa/antonio regalado

   BAHIA DE ITACA

 

    El fenómeno okupa es un atentado a la propiedad privada y puede costar hasta 25.000 euros.

 

  La ciberseguriad de Smart Tower-VPS, incorpora la tecnológica más innovadora para blindar y poner puertas al campo”.

                         

                Blindaje ciberseguro frente a los okupas
POR ANTONIO REGALADO

 

El derecho a la propiedad privada y a la herencia está consagrado en el artículo 33 de nuestra Carta Magna. De hecho, la calidad democrática de una nación se evalúa por el nivel de protección al patrimonio de los ciudadanos. La propiedad privada es la esencia de la libertad frente al “exprópiese” de los regímenes dictatoriales. Desde hace años, el fenómeno “okupa” se ha extendido exponencialmente en nuestro país hasta el punto de que instituciones municipales, como los ayuntamientos de Madrid y Barcelona, han alentado y apoyado estos “movimientos culturales”.

Este fenómeno social, acrecentado tras la crisis de 2007 en los desahucios por impago a los bancos, tiene más de 25 años de historia en Europa. Según datos del INE, en España, con 3,4 millones de viviendas vacías, se han dado 1.500 casos de okupación en los últimos dos años. La Junta no ha publicado cifras todavía de esta actividad ilegal. Baste un ejemplo para dibujar la magnitud del problema: en Elche se producen dos okupaciones por semana.  

Sistemas antiokupa

Desde la UE están llegando las soluciones al campo y a la ciudad. Es el caso de la multinacional británica VPS que ha multiplicado por cuatro su presencia en España desde 2015. En las próximas semanas ofrecerá una estadística nacional, autonómica y local completa. Una estadística que incluirá las cinco capitales de provincia de Castilla-La Mancha y todas las ciudades mayores de 10.000 habitantes. Oscar Aragón, Managing Director del Grupo VPS se ha comprometido a adelantar a ABC-Toledo esta estadística que puede sorprendernos a todos: “Creemos que los datos servirán para abordar desde las instituciones un problema que va más allá de los desahucios. La gente necesita sentirse segura; muchas personas tienen miedo a perder la propiedad mientras está vacía”, sostiene el principal ejecutivo de VPS.

Ser víctima de una okupación ilegal –volvemos a insistir en el carácter ilegal- puede costar, además de muchos dolores de cabeza, unos 25.000 euros en trámites jurídicos, lucro cesante y desperfectos. Más de 400 particulares e inversores castellano-manchegos han contratado los servicios de esta multinacional y tienen alquilados temporalmente sus equipos antiokupas hasta que la propiedad se arriende o se venda.

Aragón nos explica que “la crisis y la falta de protección legal efectiva hace que muchos ciudadanos piensen que se protege más a los okupas que los propietarios”. En este sentido, a esperas de una legislación menos permisiva, la respuesta técnica es sencilla: la instalación de sistemas antiokupas. Se trata de puertas de acero con un sistema de cerradura especial y ventanas de un cristal especial que hacen imposible la penetración de personas indeseables en casas o en inmuebles no ocupados. Se complementa con sistemas de alarmas sin cableado, con cámaras de grabación nocturna permanente, conectados vía wi-fi a la central propia y a la de la policía. Una protección total que incluye, además, el mantenimiento, la limpieza, la vigilancia, la evaluación de riesgos y, en definitiva, la revalorización del bien protegido para que pueda salir de nuevo al mercado.

Puertas para blindar el campo

El máximo responsable de VPS entiende que su misión preventiva, defiende la convivencia y el bien común. “No cabe duda” – confiesa O. Aragón a nuestro diario- “de que las empresas de seguridad contribuyen y colaboran con la Fuerzas de Orden Público en la lucha contra la criminalidad organizada, los desórdenes en vecindarios conflictivos y de que nuestros servicios permiten que los ciudadanos sientan mejor protegidos sus bienes inmuebles desocupados contra intrusos, robos y vandalismo. En suma, contribuimos a una mayor convivencia cívica. Y nos sentimos orgullosos de ello. Generar confianza y seguridad son parte de la filosofía corporativa de nuestra entidad en España y en medio mundo”.

Esta empresa de servicios de seguridad, instalados en España a finales en 1992, tiene cobertura nacional y delegaciones en Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla. A raíz de los resultados de la “estadística okupa” que está elaborando, estudiará ampliar su implantación regional. También tiene soluciones para el medio rural, muy castigado en Castilla-La Mancha por robos, incendios, vandalismo, violencia e inseguridad. Las llanuras de La Mancha son muy vulnerables y hasta se habló la pasada legislatura de crear una policía rural.

Por fortuna, el ministerio del Interior y las autoridades regionales la desestimaron. La innovación permite hoy blindar el campo también. VPS dispone de la Smart Tower. El propio manager de la empresa la describe con estas palabras: “es una torre con cámaras de visión nocturna y detectores de movimiento. Se conecta a Internet sin necesidad de que haya corriente o wi-fi. Tiene alarma de aviso y conexión permanente con nuestra central y con la policía. Actúa con una autonomía de 7 días. Graba todo lo que ocurre las 24 horas y dispone de altavoces para que los vigilantes, desde nuestra oficina, puedan hablar con la persona que se acerca y comunicar cualquier incidencia. La Smart Tower la ofrecemos a propietarios de grandes extensiones e instituciones de C-LM para que comprueben su eficacia y seguridad. Es la forma más innovadora de blindar y poner puertas al campo”.

Sabemos que el binomio libertad-seguridad no tiene precio. Pero tanto los alquileres temporales para cuidar casas o naves como los de la Smart Tower oscilan entre los 60 y los 100 euros por mes. Un precio asequible por la tranquilidad de saber que nuestra propiedad vacía se encuentra segura en manos expertas y no pierde el valor. Excelentes soluciones las de VPS contra los okupas del campo y de la ciudad. Quedamos a la espera de conocer los datos de la encuesta sobre okupación, un fenómenos social no nuevo pero si preocupante, agravado por la globalización.

 

 

 

 

 

 

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Movimiento  okupada/antonio regalado

 urgente. movimiento OKUPA.. soluciones para campo en C-LM. envio aparte tres fotos. SALUDOS- CREO QUE ES INTERESSNTE. UN SALUDO, ERNESTO
 

    El fenómeno okupa es un atentado a la propiedad privada y puede costar hasta 25.000 euros.

 

  La ciberseguriad de Smart Tower-VPS, incorpora la tecnológica más innovadora para blindar y poner puertas al campo”.

                         

                Blindaje frente a los okupas
POR ANTONIO REGALADO

 

El derecho a la propiedad privada y a la herencia está consagrado en el artículo 33 de nuestra Carta Magna. De hecho, la calidad democrática de una nación se evalúa por el nivel de protección al patrimonio de los ciudadanos. La propiedad privada es la esencia de la libertad frente al “exprópiese” de los regímenes dictatoriales. Desde hace años, el fenómeno “okupa” se ha extendido exponencialmente en nuestro país hasta el punto de que instituciones municipales, como los ayuntamientos de Madrid y Barcelona, han alentado y apoyado estos “movimientos culturales”.

Este fenómeno social, acrecentado tras la crisis de 2007 en los desahucios por impago a los bancos, tiene más de 25 años de historia en Europa. Según datos del INE, en España, con 3,4 millones de viviendas vacías, se han dado 1.500 casos de okupación en los últimos dos años. La Junta no ha publicado cifras todavía de esta actividad ilegal. Baste un ejemplo para dibujar la magnitud del problema: en Elche se producen dos okupaciones por semana.  

Sistemas antiokupa

Desde la UE están llegando las soluciones al campo y a la ciudad. Es el caso de la multinacional británica VPS que ha multiplicado por cuatro su presencia en España desde 2015. En las próximas semanas ofrecerá una estadística nacional, autonómica y local completa. Una estadística que incluirá las cinco capitales de provincia de Castilla-La Mancha y todas las ciudades mayores de 10.000 habitantes. Oscar Aragón, Managing Director del Grupo VPS se ha comprometido a adelantar a ABC-Toledo esta estadística que puede sorprendernos a todos: “Creemos que los datos servirán para abordar desde las instituciones un problema que va más allá de los desahucios. La gente necesita sentirse segura; muchas personas tienen miedo a perder la propiedad mientras está vacía”, sostiene el principal ejecutivo de VPS.

Ser víctima de una okupación ilegal –volvemos a insistir en el carácter ilegal- puede costar, además de muchos dolores de cabeza, unos 25.000 euros en trámites jurídicos, lucro cesante y desperfectos. Más de 400 particulares e inversores castellano-manchegos han contratado los servicios de esta multinacional y tienen alquilados temporalmente sus equipos antiokupas hasta que la propiedad se arriende o se venda.

Aragón nos explica que “la crisis y la falta de protección legal efectiva hace que muchos ciudadanos piensen que se protege más a los okupas que los propietarios”. En este sentido, a esperas de una legislación menos permisiva, la respuesta técnica es sencilla: la instalación de sistemas antiokupas. Se trata de puertas de acero con un sistema de cerradura especial y ventanas de un cristal especial que hacen imposible la penetración de personas indeseables en casas o en inmuebles no ocupados. Se complementa con sistemas de alarmas sin cableado, con cámaras de grabación nocturna permanente, conectados vía wi-fi a la central propia y a la de la policía. Una protección total que incluye, además, el mantenimiento, la limpieza, la vigilancia, la evaluación de riesgos y, en definitiva, la revalorización del bien protegido para que pueda salir de nuevo al mercado.

Puertas para blindar el campo

El máximo responsable de VPS entiende que su misión preventiva, defiende la convivencia y el bien común. “No cabe duda” – confiesa O. Aragón a nuestro diario- “de que las empresas de seguridad contribuyen y colaboran con la Fuerzas de Orden Público en la lucha contra la criminalidad organizada, los desórdenes en vecindarios conflictivos y de que nuestros servicios permiten que los ciudadanos sientan mejor protegidos sus bienes inmuebles desocupados contra intrusos, robos y vandalismo. En suma, contribuimos a una mayor convivencia cívica. Y nos sentimos orgullosos de ello. Generar confianza y seguridad son parte de la filosofía corporativa de nuestra entidad en España y en medio mundo”.

Esta empresa de servicios de seguridad, instalados en España a finales en 1992, tiene cobertura nacional y delegaciones en Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla. A raíz de los resultados de la “estadística okupa” que está elaborando, estudiará ampliar su implantación regional. También tiene soluciones para el medio rural, muy castigado en Castilla-La Mancha por robos, incendios, vandalismo, violencia e inseguridad. Las llanuras de La Mancha son muy vulnerables y hasta se habló la pasada legislatura de crear una policía rural.

Por fortuna, el ministerio del Interior y las autoridades regionales la desestimaron. La innovación permite hoy blindar el campo también. VPS dispone de la Smart Tower. El propio manager de la empresa la describe con estas palabras: “es una torre con cámaras de visión nocturna y detectores de movimiento. Se conecta a Internet sin necesidad de que haya corriente o wi-fi. Tiene alarma de aviso y conexión permanente con nuestra central y con la policía. Actúa con una autonomía de 7 días. Graba todo lo que ocurre las 24 horas y dispone de altavoces para que los vigilantes, desde nuestra oficina, puedan hablar con la persona que se acerca y comunicar cualquier incidencia. La Smart Tower la ofrecemos a propietarios de grandes extensiones e instituciones de C-LM para que comprueben su eficacia y seguridad. Es la forma más innovadora de blindar y poner puertas al campo”.

Sabemos que el binomio libertad-seguridad no tiene precio. Pero tanto los alquileres temporales para cuidar casas o naves como los de la Smart Tower oscilan entre los 60 y los 100 euros por mes. Un precio asequible por la tranquilidad de saber que nuestra propiedad vacía se encuentra segura en manos expertas y no pierde el valor. Excelentes soluciones las de VPS contra los okupas del campo y de la ciudad. Quedamos a la espera de conocer los datos de la encuesta sobre okupación, un fenómenos social no nuevo pero si preocupante, agravado por la globalización.

 

 

 

 

 

 

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Colgada del amor/antonioregalado

                                          Colgada del amor

 

POR ANTONIO REGALADO                                        

No ocupará nunca las portadas de los periódicos ni abrirá los telediarios. Su caso, perdido en las páginas de sucesos, no movilizará a los progresistas de salón. Habrá que seguir golpeando sus conciencias para que no olviden la historia de Atefe Rayaba porque no es la primera ni será la última víctima del integrismo, esa dictadura religiosa que cercena los derechos humanos todos los días y a todas horas. Y que nos invade como una plaga mauritana.

La noticia fechada en Mazarán (Irán), llegaba en los estertores del último estío. Mazarán es una ciudad que nació a la vida al ponerse en marcha la presa de Shahid Rajaee y que, gracias al río Dodogangh, riega 52.000 hectáreas de terreno antes baldío. Un paraíso, que ahuyentó las inundaciones y la muerte, asentado al noreste de Teherán, junto al mar Caspio.

La construcción primero y el establecimiento después de una colonia de trabajadores de la central hidráulica, permitió que Atefe, 16 años, una bella joven, -negros cabellos como la noche oscura del alma y ojos color miel-, conociera al hijo del ingeniero de la obra. Cupido hizo el resto.

La policía religiosa de los ayatolás, tras las denuncias de un vecino despechado, no tardó en acechar a la pareja bajo los pinos resineros a punto de estallar. Aquella tarde, mucho antes de que la luna abandonara su lecho, no acababa nunca. Un ligero viento del este mecía las hojas de los árboles. Los enamorados, con el fuego en el cuerpo, se fundieron en uno. Y en esa entrega, donde el mundo se torna plenitud, en ese instante mágico y único, los vigilantes de la virtud los pillaron in fraganti.

El resto de la historia, para Atefe, es fácil de imaginar: detención por “actos contrarios a la castidad”, encarcelamiento y juicio. A fe que fue un juicio injusto. Atafe Rayaba tuvo que asumir su propia defensa porque el juez le negó el derecho a un abogado. Y el de oficio se excusó por enfermedad. Por cierto, el juez, que es además el fiscal del distrito, se la juró cuando la asustadiza joven, en un momento de dignidad a lo Juana de Arco, criticó la hipocresía moral del país y osó, como protesta, quitarse la ropa ante el tribunal. 

Rebelde con causa. Culpable. Entonces, el magistrado, montó en cólera, abandonó otros quehaceres y se juramentó darle un escarmiento a ella y a sus conciudadanos tras firmar, sin que le temblara el pulso, su condena a muerte. En menos de tres meses obtuvo la ratificación del Tribunal Supremo y la firma de Mahamud Sarudi, presidente de la máxima instancia de administración de Justicia de la República Islámica iraní. La familia no pudo invocar el derecho de gracia.

La sentencia se ejecutaba días después en la calle del ferrocarril, en el centro de la ciudad de Mazandarán, lugar destinado a los espectáculos públicos. El propio juez, cuyo nombre se omite en la crónica de urgencia, -siempre se protege a los torturadores- se encargó de ajustar la soga al cuello de la joven Atefe y, alzando el brazo, dio la orden para elevar la grúa de la que colgó la joven que había cometido el pecado de enamorarse. Colgada del amor. Con el balanceo la sangre hirvió por un momento en sus venas. Añade la noticia que, consumada la ejecución en la plaza pública, el propio juez explicó a los familiares que había sido ahorcada por su descarada actitud en la sala.

Atefe Rayaba fue enterrada esa misma tarde con una sonrisa giocondiana. En su mano derecha, de interminables y huesudos dedos, los verdugos encontraron una carta, denunciando el sistema político y religioso; pedía perdón a sus padres y hermanos por la deshonra. Reiteraba en la misiva su amor por su Romeo: “he conocido la felicidad. Muero pensando en ti. No te olvidaré nunca. Gracias, amor. Siempre tú. Siempre”.

Al otro lado de la noche, su tumba fue profanada y su cuerpo desapareció. Sin más. La familia –apestada socialmente por tener una hija que no llegaría ya virgen al matrimonio- espera inútilmente explicaciones por esta salvajada. Todavía.

El galán con el que yació la joven ahorcada y cuyo nombre tampoco se refleja en la noticia –ni ella desvela en la última carta-, noticia, decíamos, llegada de las orillas del Mar Caspio, fue condenado a 100 latigazos y después quedó libre.

He aquí discriminación y violencia de género en estado puro. Y sin que ninguno de nuestros pancartistas de fin de semana escriba un sms de protesta o se manifieste ante la embajada de Irán. Siempre es más fácil mirar hacia otro lado.

Cuatro personas son ahorcadas públicamente en la antigua Persia cada semana –no se pierdan el detalle- en presencia obligatoria de sus familiares. Por lo de escarmentar en carne propia. Es una marca que estigmatiza también a los deudos y amigos de por vida.

Ya el pasado año, segyimos en Oriente Medio, la policía política de Arabia Saudita cerraba las puertas de un colegio en llamas impidiendo salir por la ventana a sus diecisiete ocupantes –diecisiete señoritas- porque previamente se habían despojado de su toca y se les veía la cara. ¡Ojo al delito!

Perecieron achicharradas ante la complacencia de los viandantes que apoyaron a los policías. Insólito y cruel. Así es el sistema islámico. O del ISIS es solo una derivada sangrienta más. Lo de la ablación –extendido por medio África- es una broma comparado con la realidad de cada amanecer. ¿Cómo no recordar de nuevo la condena a lapidación de Amina Lawal?

Cuando la religión se antepone a la razón y a la libertad nos topamos de golpe con la intransigencia y con los fantasmas del miedo y del pasado. El integrismo es el nuevo nazismo de nuestro tiempo. Así de simple. Los que hablan de lucha de civilizaciones saben perfectamente que con los islamistas no se puede dialogar en igualdad de condiciones. Su religión es el odio y su odio las otras religiones. Todos somos infieles y merecemos la muerte.

Cuando no hay libertad, obvio es insistir, tampoco existe democracia. Tanta crueldad no puede albergar esperanza ni futuro.

¿Qué edificio se puede construir sobre las cenizas del asesinato de una joven a sangre fría? ¿Qué clase de religión permite masacres legalizadas en su código Penal? ¿Dónde se oye la voz de Naciones Unidas?

Elevemos una plegaria por el descanso eterno de la joven Atefe Rayaba, que se rebeló sola, tremendamente sola, contra el poder iraní. Aprendamos la lección. Quedan aún miles de Atefes luchando aún por pasear su amor por los hayedos y pinares. Mañana, quizás mañana, los jóvenes musulmanes podrán amar, además, en libertad. Su semilla florecerá, a lo mejor, en primavera. Que los creyentes pregunten a Alá, el grande y el misericordioso, por qué permite tanta crueldad inmisericorde. Y que nos lo expliquen a nosotros, los infieles. Y a los padres de Atefe. No invocamos blasfemia si no la clemencia del Altísimo. Pero no habrá respuesta. Tan sólo escucharemos el silencio de la soga en las alturas de la grúa, asfixiando el cuello de Atefe Rayabam, la joven tierna de ojos color miel, colgada del amor.